El espejo del futuro. (Cuento)

El espejo del futuro.

Rodrigo y Beatriz eran dos niños que iban a la misma clase del colegio. Beatriz era muy responsable y le encantaba estudiar. de mayor quería ser veterinaria y sabia que para conseguirlo tenia que esforzarse mucho. 

A Rodrigo, sin embargo, no le gustaba estudiar. Él quería ser piloto de aviones y pensaba que para eso no era necesario estudiar.

-Rodrigo, ¡Para ser piloto de aviones o cualquier otra cosa es importante estudiar y aprender!

 -Le decía Beatriz.

-¡Anda ya! ¡Estudiar no sirve de nada! ¡Para pilotear un avión no hace falta saber de matemáticas ni de nada!

-Le contestaba Rodrigo.

Beatriz sabia que su amigo estaba equivocado y trato de demostrárselo, pero Rodrigo no cambiaba de actitud. Seguía empeñado en que estudiar era un rollo y en que para ser piloto de aviones no hacia falta esforzarse tanto. 

Cuando el curso acabo, Beatriz saco muy buenas calificaciones, pero su amigo Rodrigo. había suspendido todas las asignaturas y, a pesar de ello, le daba igual.

Aquel día, Beatriz recibió una sorpresa. Era su abuelito del alma, que fue a visitarla y a hacerle un regalo muy especial.

-¡Hola abuelito! ¡Que alegría verte!

-Dijo Beatriz muy contenta.

-He venido a verte porque estoy muy orgulloso de ti. Has sacado unas excelentes calificaciones y, por ello, quiero hacerte un regalo muy especial para que lo guardes siempre.

Beatriz abrió su regalo y, cuando lo vio, no entendía nada. Era un espejo muy antiguo y bonito, así que los dos juntos lo colocaron en la pared. Pero Beatriz, seguía sin entender pero que ese espejo era tan especial, hasta que algo ocurrió.

Cuando el espejo estaba en la pared, Beatriz se coloco enfrente y aquel espejo se volvió muy luminoso. De repente, Beatriz vio a una mujer veterinaria con su propia clínica. Parecía muy feliz.

-Abuelo, ¿Quién es ella? 

-Preguntó.

-¡Eres tu dentro de muchos años!

-Le respondió el abuelo.

Era un espejo mágico que mostraba el futuro, aunque, su abuelo le explico que solo podía utilizarlo para cosas buenas. ¡Entonces Beatriz tuvo un idea extraordinaria!

Llamó a Rodrigo, lo coloco delante de aquel espejo y los dos vieron como seria su vida cuando fuera mayor. Lo que vieron no fue a un piloto de aviones, sino a un hombre sin trabajo y sin dinero, triste y pobre. Rodrigo se dio cuenta de que su amiga tenia razón y por fin cambio de actitud. Desde entonces rodrigo esfuerza mas por conseguir sus sueños.

Autor del cuento: Irene Hernández.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Acertijos matemáticos.

Juegos para desarrollar el pensamiento lógico de los niños y niñas.